lunes, 31 de agosto de 2009

Deuda, neoliberalismo y hegemonía

Desde diciembre del 2001, los principales partidos políticos de nuestro país asumieron una actitud pública de ruptura con los principios y el programa neoliberal. El famoso "que se vayan todos" caló hondo en cada uno de elllos y se dieron cuenta que su supervivencia política dependía de adaptarse a un nuevo discurso.
Pero el neoliberalismo no es un producto de una moda transitoria, o de una obligada adaptación frente a una coyuntura desfavorable. El neoliberalismo tuvo años de preparación que contemplaba el copamiento de los medios de comunicación masivos, la preparación de cuadros técnicos en las universidades, y la penetración ideológica en los principales partidos del régimen.
Por esto, ante circunstancias que obligan a asumir con claridad una ruptura con el neoliberalismo y sus principios, gobierno y oposición, los referentes del empresariado, y los economistas del establishment (y quienes tienen pretensiones de serlo), dejan de lado sus diferencias y cierran filas en defensa del modelo y el sistema.
Esto esta pasando en Mendoza con el tema de la deuda provincial. Con matices, oficialistas y opositores acuerdan con la necesidad de pagar la deuda en tiempo y forma aún cuando implique importantes sacrificios para la clase trabajadora y los sectores populares.
Lo dice crudamente el ministro de Hacienda Adrían Cerroni cuando afirma sin tapujos que la prioridad es el pago del Bono Mendoza 18 (ex bono Aconcagua). El pago de sueldos y los programas sociales son temas de segunda importancia frente al "compromiso asumido con los acreedores".
Junto con estas afirmaciones, el Gobierno anuncia que será imposible dar aumentos hasta mediados del 2010 como mínimo.
Sectores del empresariado local como el CEM, economistas de la UNC, y los autodenominados "consultores" tienen posiciones en igual sentido.
Ni siquiera se han tomado el trabajo de "aggiornar" el discurso. La receta incluye ajuste fiscal, achicamiento del gasto, y mayor endeudamiento. No quedan dudas que el neoliberalismo está más vivo que nunca y sigue presente en todos los partidos que alternan en el gobierno de nuestra provincia.
La clase trabajadora no tiene mayores opciones. La verdadera ruptura con el neoliberalismo demanda necesariamente una ruptura con los partidos del régimen, una lucha sin cuartel contra la ideología hegemónica en distintos ámbitos (educativo, político, social, cultural) y la construcción de una alternativa política de la clase trabajadora y los sectores populares.

martes, 11 de agosto de 2009

OSM: UN NUEVO SALVATAJE AL CAPITAL

OSM: UN NUEVO SALVATAJE AL CAPITAL

Durante los años ´90, el discurso neoliberal dominante nos planteó que con las privatizaciones de las empresas de servicios públicos se acabaría la ineficiencia, los servicios mejorarían, y el Estado dejaría de hacerse cargo de los déficits que las mismas generaban.
Ya son innumerables los ejmplos que tenemos de privatizaciones que no cumplieron con estas premisas y sólo terminaron constituyendo un gran negocio para sus dueños y provocando penurias a los usuarios.
El caso de Obras Sanitarias Mendoza (OSM) no se aleja en nada de las características mencionadas en otros casos emblemáticos como Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino, Aguas Argentinas, etc. Ninguna empresa termina cumpliendo con los compromisos asumidos, no se hacen las inversiones necesarias para mejorar el servicio, no pagan el canon de concesión, y mientras tanto, siguen distribuyendo utilidades y se endeudan provocando un claro vaciamiento.

INTERVENCIÓN O SALVATAJE

Con la intervención de OSM, el gobierno provincial nuevamente procede al salvataje del capital privado.
Esto es así porque por un lado se asume el costo político del aumento de tarifas, y por otro, se hace cargo de las inversiones necesarias para que la empresa atienda al menos los servicios esenciales.
La prueba más contundente de que es un claro caso de salvataje al capital, se funda en el llamativo silencio de sus dueños locales (Vila - Grupo Dalvian, y Groisman - Grupo Presidente), y en la vergonzosa postura del gobierno que en boca de algunos de sus funcionarios, aseguran que la "reestatización no está en los planes". Ciertamente, el plan es sanear la empresa con fondos públicos, y posteriormente devolverle la empresa a sus "legítimos dueños"
Nuevamente un gran negocio para el capital privado.

HAY OTRAS ALTERNATIVAS

El pensamiento hegemónico de los ´90 borró del abanico de alternativas para la gestión de empresas de servicios públicos todo lo que tenga que ver con el Estado. En este y en otros casos, el gobierno provincial continúa con las premisas del neoliberalismo. Por ejemplo, se procedió al vaciamiento del grupo 2 y ahora el gobierno quiere acelerar su reprivatización.
Los trabajadores y usuarios tenemos que asumir un plan que contemple nuestros intereses. En el caso particular de OSM se debe proceder a la expropiación sin pago y a su reestatización bajo un nuevo modelo de gestión y control que esté a cargo de trabajadores y usuarios.